Sinopsis variada

Sinopsis de las variadas películas que he visto pasar por la pantalla.

  

viernes, septiembre 01, 2006

Alatriste

 
A la de una:

Siglo XVII. Diego Alatriste es un soldado español que combate en Flandes. Una noche de niebla cerrada y con el agua al cuello, un desmembrado grupo de comandos de vuelta de la misión son atacados por los holandeses y Alatriste escucha las últimas palabras de su moribundo amigo y compañero de armas Balboa: que cuide de su hijo y lo aleje del oficio de soldado.

A la de dos:

De vuelta en Madrid, Alatriste sobrevive como espada de fortuna al servicio de quien pague sus servicios y se encarga de Íñigo Balboa. Un día es contratado junto con Gualterio Malatesta para dar muerte a dos extranjeros que con nocturnidad entrarán en la ciudad de incógnito. Esa noche, en pleno duelo de dobles, Alatriste intuye que hay algo especial en los extranjeros contra los que están midiendo sus espadas y decide, visión de militar avezado, perdonarles la vida aún enfrentándose a Malatesta que estaba dispuesto a completar la faena encomendada y empezada. Horas después, cuando Alatriste descubre a quienes ha salvado la vida entiende que se encuentra entre la pared sustentadora de sus servicios prestados y la espada mortífera de las intrigas palaciegas. Su discreción le salvará la vida pero le devolverá a Flandes, cerco de Breda, a purgar su afrenta múltiple: haber aceptado el encargo le ha puesto en la lista negra del bando más cortesano y no haberlo cumplido lo ha sentenciado en el más inquisidor.

A la de tres:

De nuevo en España, Alatriste recibe el encargo de recuperar un cargamento de oro que ha cambiado de barco antes de tocar puerto sevillano. El asalto al transporte del oro le reportará un regalo personal del Rey y le permitirá meses después, voz en grito, conseguir la liberación de Íñigo que pagaba en galeras, en esencia, por aquella aciaga noche en la que evitó dar muerte a los dos viajeros extranjeros. El rescate de Íñigo se ha llevado el poco crédito que le quedaba y finalmente han de volver al ejército pues guerras no faltan y la batalla de Rocroi recalca que un tercio español no se rinde.

Una de cal:

Diego Alatriste ve con buenos ojos a María de Castro y ahora que el marido de ella está a punto de morir se plantea dar un cambio a sus vidas. Íñigo Balboa y Angélica de Alquézar han cultivado su amor desde el día en que se vieron por primera vez cuando eran críos y ahora se plantean dejarse de cultivos y pasar a recoger los frutos.

Dos de arena:

Íñigo y Angélica han decidido fugarse a Italia. La noche que Íñigo la espera, Angélica cambia de parecer y opta por quedarse, desposarse con el Duque de Guadalmedina y así llegar a formar parte de la nobleza, de los Grandes de España; algo que nunca podrá ser con Íñigo y que podrá legar a sus hijos y a los hijos de sus hijos. Cuando Diego Alatriste llega a casa con el collar de prometida que piensa ofrecer a María de Castro es informado de que mejor cambie de planes porque la plaza está ocupada. En un arrebato investigador, Alatriste se bate con el Duque de Guadalmedina, guardián de la puerta de María durante las visitas amorosas del real caballero que le ha quitado lo que íntimamente más apreciaba.

Alatriste había salvado la vida del Duque de Guadalmedina durante la represalia nocturna que sufrieron en Flandes a la vuelta de la acción comando. Ya en Madrid, el Duque de Guadalmedina le previno de los problemas que le acarrearía la abortada emboscada nocturna que, junto con Gualterio Malatesta, Alatriste tendió a los dos visitantes de incógnito. Malatesta resulta ser el brazo guardián de la familia de Angélica de Alquézar que ha caído en desgracia tras la fallida acción nocturna. Con el tiempo, y a modo de conciliación ente las dos facciones afectadas por la nefasta emboscada madrileña, se plantea el enlace entre Angélica de Alquézar y el Duque de Guadalmedina. La familia de Angélica aporta al matrimonio todo lo mejor que tiene pero solicita la muerte de Alatriste y aunque el Duque de Guadalmedina se niega a darles esa satisfacción, hay muchas manos moviendo hilos en la corte madrileña y tanto Alatriste como Íñigo aunque quisieran sólo ser colaboradores no pueden dejar de estar implicados en este desgarrador e intrigante desayuno de intereses cortesanos.

Nota aclaratoria al respecto de colaborar o estar implicado: En un desayuno clásico de huevos fritos con bacon, la gallina colabora y el cerdo se implica.

Una, dos y tres: todo lo que me des, poco es

España siglo XVII. La España de la pica en Flandes y del Madrid del Siglo de Oro, en la que Quevedo y Góngora escriben sus versos, Velázquez pinta sus cuadros, y Lope de Vega estrena sus comedias se desmorona ante la impasibilidad de Felipe IV, cuya corte, dominada por las intrigas y la corrupción, apura la copa de un imperio moribundo que mantiene guerras que no paga y que cuando empieza a perder apoyos, a unos los exime como abandonos y a otros los califica como traiciones.