Flores rotas
Don no le da a la carta más importancia pero su vecino, mejor y único amigo, ve en la carta un signo que le lleva a convencer a Don de que debe ser proactivo: en vez de esperar a que un buen día abra la puerta y se encuentre con un "¡Hola papá!" lo que ha de hacer es buscar indicios de quién puede ser la madre.
Aunque es poco amigo de los viajes, Don se lanza a recorrer el país en busca de pistas sobre los cinco antiguos amores que pueden ser la madre de la carta rosa. Sus inesperadas visitas a estas mujeres, ramo de flores rosas en mano, y sus sorpresas derivadas, le enfrentarán a su pasado, nos explicarán su presente y nos harán pensar en nuestro futuro.
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