Alien vs Predator

Estamos en el año 2004 y un satélite propiedad de industrias Weyland acaba de descubrir una radiación térmica en la Antártida. Charles Bishop Weyland, tras reclutar a los mejores especialistas del momento, se encamina hacia el misterioso punto caliente animado por un codicioso espíritu descubridor. Calor en la Antártida es como un tigre en África.

El destino final de la expedición resulta ser un complejo ballenero abandonado. De sus últimos moradores sólo se sabe que desaparecieron misteriosamente allá por 1904. A seiscientos metros bajo el hielo encuentran una pirámide mezcla de las culturas azteca, egipcia y camboyana.

En la pirámide, de interior cambiante cada diez minutos una vez iniciada la actividad para la que ha sido concebida, se encuentra prisionera una reina Alien que cada 100 años es despertada de su letargo para que inicie la puesta de huevos que darán lugar a los aliens que servirán de presa a los cazadores predators que entrarán a exterminarlos como prueba final de su rito iniciático.

Como es de recibo, un alien precisa de un huésped para iniciar la metamorfosis que le conducirá a su fase adulta (un humano, un alien), siempre que consiga alimento (un alien, varios humanos).

Al complejo ballenero llegan tres predators. Antes de entrar en la pirámide, conocedores de la aritmética Alien, se dedican a eliminar las opciones de suministro alimenticio así como las probabilidades de reproducción de los aliens. O sea, no dejan ni al apuntador entre todo el personal que ha quedado en el campamento base.

Una vez todos dentro de la pirámide, hay una denodada lucha por los Humanos dado que tanto Aliens como Predators los necesitan para "sobrevivir". Desgraciadamente para los humanos, su supervivencia es inversa a la de los bandos en litigio.