Una historia de violencia

Millbrook (Indiana).

Noche. Tom Stall está a punto de cerrar. Entran dos clientes. No quieren tomar café caliente. Quieren dinero fresco. Lo quieren ya. Cierran la puerta. De aquí no sale nadie. Para incentivar a los presentes van a matar a alguien. Así, de aperitivo. Esta empleada. ¿Te parece?. Vale, venga. Van a matarla ahora. Luego, pasarán el sombrero. Sed generosos o habrá una segunda. Basta de cháchara. No tenemos toda la noche. ¡Silencio!. Quietos todos. Van a matar a una empleada. Van a... Iban a matar a una empleada. Ahora ya no lo harán. No van a poder hacerlo. Tom Stall se les ha adelantado. Les ha matado antes. Fin del trance. Vuelta a la normalidad.

Tom Stall es una celebridad. Tom ha salido en los noticiarios. Todo el mundo ha visto a Tom en la tele.

Día. La cafetería de Tom está a rebosar. Entran tres hombres. El de la cicatriz lleva la voz cantante. Cara Rajada habla con Tom. Cara Rajada quiere hablar con Joey. ¿Joey?, aquí no hay nadie que se llame Joey. ¿Tan pronto te has olvidado, Joey?. No me llamo Joey, me llamo Tom. ¿Tom?. Sí, Tom. Así que Tom. Sí, Tom. Hay quien no ha olvidado, Joey.

Frágiles

El hospital infantil de Mercy Falls, en la Isla de Wight (Gran Bretaña), es un hospital centenario especializado en pediatría pero que ya no reúne las condiciones necesarias para su función sanitaria por lo que se va a proceder a su cierre definitivo.

Amy, una joven enfermera pero con un pasado que superar, llega al hospital para cubrir el turno de noche durante los últimos días del traslado y se encuentra con unos niños nerviosos, asustados por una presencia extraña que llaman "la chica mecánica", y que según parece habita en la planta de arriba, un lugar cerrado desde hace 40 años y al que no es posible acceder ya que ni el ascensor dispone de botón para dicha planta.

No obstante, es sabido que los secretos de cuarenta años atrás, por muy ocultos que hayan estado, acaban saliendo a la luz y, peor aún, en una noche de tormenta.