La memoria de los muertos

Los implantes Zoë, de EYE Tech, se colocan en el cerebro de los recién nacidos y son capaces de almacenar las imágenes y los sonidos de toda una vida. Es un producto caro, al alcance de las familas pudientes, pero eso no quita que algunas familias de clase media se sacrifiquen económicamente para poder dar a sus primogénitos la posibilidad de disponer de un implante de manera que ocurrido el óbito del portador del chip, la corporación Zoë ofrezca los servicios de un montador que realice un documental, a partir de la selección de recuerdos de la vida del finado, que será estrenado el día del funeral y cuyas copias serán entregadas a los familiares y amigos asistentes.

Alan Hackman, persona solitaria y reservada, es el mejor montador en nómina de EYE Tech. Su fama de buen profesional del montaje es conocida dentro y fuera de la corporación. Para Alan, su trabajo es una extensión de su forma de vida. Sabe cosas que no debería de saber, conoce la cara oculta de sus clientes y mantiene un reservado silencio al respecto de todo ello; al igual que mantiene bien oculto en su memoria un secreto inconfesable sobre un desgraciado accidente acaecido en su infancia y que forma parte de su vida íntima.

Un día, mientras revisa el material audiovisual del implante de un ejecutivo, descubre algo que le perturba hasta el extremo de iniciar una investigación que le llevará a cuestionarse si realmente no ha errado en el modo de plantearse su actitud en la vida.

Polar Express

Una nevada nochebuena, un niño espera acostado con todos los sentidos alerta para no perderse la llegada de Santa Claus. La espera va más allá de los regalos que le pueda traer pues lo realmente importante es confirmar que aún puede oír el tintineo de los cascabeles del trineo, signo de que aún no ha perdido el sentido de la ilusión ni la capacidad de sorpresa.

Falta poco para la medianoche y la tensión de la espera empieza a hacer mella en él cuando un ruido en el exterior le hace salir de la casa, en bata y zapatillas, para encontrarse ante el Expreso Polar, tren que ofrece a los niños la posibilidad de asistir al mágico momento en que, en el remoto Polo Norte, Santa Claus inicia su recorrido para repartir los juguetes. El chico debe decidirse rápido porque el tren tiene más paradas que hacer antes de llegar a su destino... y sólo faltan cinco minutos para la mágica hora de la medianoche.

2046

2046 es un tren en viaje hacia el futuro con la intención de reencontrar los recuerdos y las claves de ayer, un ayer datado en el período 1966-69 y ubicado en la habitación 2046 de un hotel de Hong Kong.

Los que viajan en el tren 2046 tienen como intención primordial recuperar la memoria perdida en un trayecto que se plantea como un viaje sin retorno en un convoy futurista que dispone de unas androides ideadas para dar amor a los viajeros pero que no pueden satisfacer los anhelos más profundos que estos precisan.

Sin embargo, el tren 2046 es la ficción de un periodista prendido por unos hechos pasados acontecidos en la habitación 2046. Incapaz de olvidarlos, vuelve al hotel con la intención de alojarse en la habitación de sus obsesiones pero, por un azar del destino, acaba alojado en la contigua habitación 2047 con lo que puede estar cerca de su recuerdo pasado y disponer de una perspectiva externa presente mientras conforma su proyecto de futuro.