Te doy mis ojos

Sin salir al espacio exterior, en nuestro mundo cotidiano, se desarrollan especies hostiles que basan su superviviencia anímica en la depredación sistemática, física y psíquica, de quienes confiadamente conforman el núcleo de su entramado familiar; un inmenso espacio de sentimientos encontrados y apenas delimitados por la delgada línea emocional que separa el amor del terror.
<< Home